Isabel I de Castilla, que pasó a la historia como La Católica, nació un Jueves Santo de 1451 y falleció un frío mes de noviembre de 1504. Se trata de una soberana cuyo reinado se desarrolló a caballo entre los siglos XV-XVI, entre la Edad Media y la Moderna. Durante estos momentos, la luz del arco ojival se apagaba en Castilla para dar paso al Renacimiento, mientras un estilo de transición con sello de la Reina resplandecía: el gótico isabelino.
Mientras que la primera etapa gótica en España fue importada de otros reinos europeos, como Francia, esta corriente artística de la que hablamos se caracteriza por ser parte del patrimonio cultural e histórico nacional, ya que únicamente se puede encontrar en nuestro país o en determinados puntos de América del Sur. El nombre que recibe este estilo hace referencia a Isabel La Católica, reina propietaria de Castilla entre 1474-1504 y que auspició la construcción de muchos de los monumentos marcados por estas formas, el antecedente del Renacimiento en España.
Características y definición del gótico isabelino
Como hemos dicho, el gótico isabelino recibe esta denominación por ser un estilo propio de la Corona de Castilla, desarrollado durante el reinado de los Reyes Católicos, y con notables influencias flamencas, de ahí que en ocasiones también se le confunda con el gótico flamígero importado de Europa y que podemos contemplar en monumentos como la Catedral de Santa María de Burgos. Templos amplios, bóveda de crucería estrellada o uso de pináculos caracterizan y definen al gótico isabelino respecto a otras corrientes pertenecientes al mismo estilo.

Motivos heráldicos de los Reyes Católicos
Las construcciones patrocinadas por los Reyes Católicos contaban con un alto valor propagandístico. Por ello, en la decoración de los monumentos que responden al gótico isabelino predominan los motivos heráldicos, entre los que destacan el escudo real, yugos, flechas o granadas. Sobre el yugo y las flechas, cabe destacar que eran el emblema de los monarcas, el cual fue sugerido por Antonio de Nebrija. Mientras que el Yugo representaba a Fernando y la dominación del enemigo, las Flechas a Ysabel y a la unidad y cohesión. Si nos fijamos, utilizaron la inicial del otro en cada elemento, siguiendo de este modo la teoría de las divisas galantes. Aunque acompañan al escudo real, estas divisas se contemplan en los edificios de forma independiente.
Flechas y yugos Escudo anterior a 1492 Escudo posterior a 1492
Por otra parte, una pista para valorar el momento en que se construyó un edificio de la época de los Reyes Católicos consiste en fijarse en el escudo real: si en el entado del mismo, es decir, el pico, aparece el símbolo de la granada, otro de sus emblemas, el monumento es posterior a 1492, la conquista de Granada. Ocurre los mismo que con el yugo y las fechas, pudiendo encontrar granadas también de forma independiente por los edificios, lo que también ayuda a explicar el tiempo en que se construyeron.
Arquitectos del gótico isabelino
Juan Guas y Enrique Egas son los arquitectos más destacados del gótico isabelino, siendo a ellos a quienes se atribuyen la mayoría de los edificios que podemos encontrar en España. Por ejemplo, al primero se debe el Monasterio de San Juan de los Reyes (Toledo) y al segundo la Capilla Real de Granada, entre otros monumentos. Si quieres descubrir los mejores ejemplos de gótico isabelino, sigue leyendo para descubrirlos en esta ruta artística y arquitectónica que hemos preparado.
Claustro de la catedral de Segovia
Claustro de la catedral de Segovia. Fuente: Catedral de Segovia Portada de acceso al claustro. Fuente: Catedral de Segovia
Segovia ha contado hasta con 3 catedrales a lo largo de su historia. La segunda de ellas era de estilo románico y se encontraba situada frente al Alcázar. En tiempos de Enrique IV, el claustro presentaba un estado ruinoso, por lo que se decidió iniciar su reconstrucción en estilo gótico. Sin embargo, la subida al trono de Isabel La Católica fue determinante para el avance de las obras, que no solo puso su sello personal, sino que sufragó personalmente la construcción de la portada de acceso. Tras la demolición de la catedral para la construcción de la actual en tiempos de Carlos V, el claustro gótico isabelino se trasladó piedra a piedra al nuevo templo, donde todavía se conserva.
Monasterio de Santo Tomás (Ávila)
El Real Monasterio de Santo Tomás, en la ciudad de Ávila, responde también al patrón del gótico isabelino. Patrocinado por los propios Reyes Católicos y su tesorero, Hernán Núñez, fue residencia estival de los monarcas y sede de la Inquisición. A la muerte de su primogénito, el príncipe Juan, lo escogieron como su lugar de enterramiento, labrándose un sepulcro de mármol a comienzos del siglo XVI, ejecutado por Domenico Fancelli, como así dejó escrito la reina Isabel en testamento. El edificio fue construido entre 1482-1493 y, actualmente, forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
Cartuja de Miraflores (Burgos)
Juan II de Castilla decidió donar a la orden de los cartujos un palacio situado en las afueras de Burgos, construido por su padre, Enrique III, para situar en él una nueva fundación monástica. Sin embargo, el edificio se incendió, por lo que hubo que proyectar un nuevo complejo a partir de 1453. La muerte del rey al año siguiente supuso la ralentización de las obras, ya que su heredero, Enrique IV, apenas mostró interés por el cenobio.
Vista exterior de la iglesia de la Cartuja de Miraflores. Fuente: cartuja.org Retablo de la iglesia de la Cartuja de Miraflores. Fuente: cartuja.org
Sin embargo, cuando Isabel La Católica subió al trono de Castilla, impulsó su construcción nuevamente en torno a 1477, dándole su toque personal. Simón de Colonia dirigió el trabajo de este conjunto monacal que se convirtió también en panteón regio de sus padres y hermano pequeño. Además de su arquitectura, el gótico isabelino se aprecia también en su decoración, destacando los propios sepulcros, joya del arte funerario de la época, o el retablo mayor. Los detalles de todos estos tesoros los puedes apreciar a la perfección en la visita virtual de la página web del monumento.
Iglesia de Santa María (Aranda de Duero)
En la provincia de Burgos se encuentra Aranda de Duero, uno de los pueblos con más historia de toda la geografía española. Famoso por las bodegas y videños que lo rodean, que forman parte de la Ribera del Duero, cuenta con un rico patrimonio artístico en el que sobresale especialmente la Iglesia de Santa María.

La Iglesia de Santa María de Aranda de Duero es uno de los mejores ejemplos de estilo gótico de la provincia, destacando también la influencia del sello artístico o arquitectónico de Isabel La Católica, especialmente en su portada. Este elemento fue diseñado y ejecutado por Simón de Colonia, entre otros arquitectos, maestro que también intervino en la Catedral de Burgos o la Cartuja de Miraflores.
Colegio de San Gregorio e Iglesia de San Pablo (Valladolid)
El Colegio de San Gregorio, sede del Museo Nacional de Escultura, es uno de los monumentos más importantes de Valladolid. Fue construido entre 1488 y 1496 como colegio de Teología, siendo fundado por Alonso de Burgos, obispo de Palencia y confesor de los Reyes Católicos. Su fachada es una obra cumbre del gótico isabelino, coronada por un portentoso escudo real de los monarcas, destacando también el claustro, repleto de motivos heráldicos propios de este estilo artístico, como yugos y flechas.
Fachada del Colegio de San Gregorio Iglesia de San Pablo (Valladolid)
Por su parte, la Iglesia de San Pablo, que se encuentra a la vuelta del Colegio de San Gregorio, también sigue los preceptos del estilo gótico isabelino. Su fachada, todo un retablo labrado en piedra, es única en España, convirtiéndola en una de las iglesias más majestuosas de Valladolid. Cabe destacar que en ella fue bautizado Felipe II, que había nacido en el cercano Palacio Pimentel el 21 de mayo de 1527.
Monasterio de San Jerónimo el Real (Madrid)
Reinando Enrique IV de Castilla, se construyó un monasterio jerónimo en la ribera del Manzanares. La insalubridad del entorno obligó a los Reyes Católicos a conceder permiso a los monjes para trasladarse a otro punto de la villa en 1503, a los arrabales del actual Paseo del Prado. El edificio se levantó rápidamente, haciendo uso de los materiales del viejo monasterio. Del complejo solo ha llegado hasta nuestros días la iglesia, conocida como Los Jerónimos, y un claustro, que forma parte de las instalaciones del Museo Nacional del Prado.

La Iglesia de San Jerónimo es una de las pocas muestras de arquitectura gótica originaria que se conservan en Madrid responde al estilo isabelino. Su diseño está atribuido a Enrique Egas bajo patrocinio real y se convirtió en iglesia de cabecera para las celebraciones de la Corte en la villa desde tiempos de los Austrias hasta prácticamente la actualidad.
Monasterio de San Juan de los Reyes (Toledo)
El Monasterio de San Juan de los Reyes es el máximo exponente del gótico isabelino. Situado en Toledo y auspiciado por los propios Reyes Católicos, se construyó para conmemorar la victoria de la reina Isabel sobre su sobrina Juana y sus partidarios en la lucha por el trono, es decir, la Batalla de Toro librada el 1 de marzo de 1476 que aseguró el trono para el bando isabelino.
Claustro de San Juan de los Reyes. Fuente: Toledo Monumental Interior de San Juan de los Reyes. Fuente: Toledo Monumental
El monumento también fue un gesto con el que quisieron agradecer el nacimiento del heredero al trono castellano y aragonés, el príncipe Juan, que llegó al mundo en 1478 en Sevilla. Además, en un primer momento también se valoró como lugar de enterramiento para los monarcas, de ahí su imponente arquitectura, pero la empresa granadina posterior de 1492 motivó a decantarse por la ciudad andaluza como panteón, donde reposan en la actualidad.
Palacio del Infantado (Guadalajara)
El Palacio del Infantado, en Guadalajara, se diseñó también en estilo gótico isabelino por Juan Guas. Fue construido en 1480 bajo el patrocinio de Íñigo López de Mendoza y Luna, segundo duque del Infantado, siendo uno de los grandes monumentos de esta ciudad de Castilla-La Mancha.
Iglesia de Santa María del Sagrario (Málaga)
La Iglesia de Santa María del Sagrario, en Málaga, cuenta con una obra maestra del gótico isabelino, como así es la portada de acceso al templo, siendo uno de los mejores ejemplos de este estilo en Andalucía. Esta parroquia es una de las cuatro que los Reyes Católicos ordenaron construir en la ciudad tras su conquista en 1487, estando declarada Bien de Interés Cultural.
Capilla Real de Granada
En septiembre de 1504, unos meses antes del fallecimiento de la reina Isabel, ella y su marido, el rey Fernando, establecieron mediante una Real Cédula la construcción de una capilla funeraria junto a la nueva catedral que se iba a construir en Granada. Se construyó entre 1505 y 1517, siendo uno de los grandes ejemplos de estilo gótico isabelino de todo el territorio español, junto con el Monasterio de San Juan de los Reyes, en Toledo. Se trata de todo un monumento en el que se demuestra el poder político de los soberanos, con varios motivos propagandísticos.

El estilo gótico isabelino de la Capilla Real granadina nada tiene que ver con la catedral anexa, un recinto renacentista de imponentes dimensiones y dedicado a la Encarnación de la Virgen. Este recinto funerario, que acoge los restos de los Reyes Católicos, el príncipe Miguel de la Paz y los reyes Juana I de Castilla y Felipe I, fue el primer intento de crear un mausoleo en el que congregar a todos los reyes de la nueva Monarquía Hispánica o Monarquía Católica. De hecho, en este templo estuvo enterrado el cuerpo de la Emperatriz Isabel, esposa de Carlos V. Sin embargo, ese proyecto se fue a El Escorial de la mano de Felipe II.
Los monumentos de estilo gótico isabelino son grandes ejemplos de la riqueza patrimonial que podemos encontrar recorriendo España de norte a sur. Su visita no solo traslada a los turistas a tiempos pasados, sino que les deja boquiabiertos por la grandeza artísticas y arquitectónica que presentan. Ante todo, consiguen que nos sintamos verdaderos #turistaenmipaís mientras los contemplamos.
J.
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