El Ministerio del Tiempo es una serie que no solo ha revolucionado la televisión de los últimos años, sino también la forma de ver la historia y el patrimonio. La patrulla del tiempo ha conseguido que el espectador se emocione con los pasajes más destacados del pasado de España, volviendo a reencontrarse con personajes como Isabel La Católica o Fernando VII, pero también con aquellos cuya huella es desconocida pero fundamental, como Emilio Herrera, ingeniero español que diseñó la primera escafandra, un elemento que fue clave para la llegada del hombre a la Luna. Las puertas del tiempo son protagonistas de esta ficción televisiva y la llave con la que el equipo consigue que recorramos todos estos pasajes de la historia.
Aunque esas puertas del tiempo no dejan de ser una licencia poética con la que los guionistas consiguen que los telespectadores viajemos al pasado, cuando se recorre España es posible encontrar otras muchas que también consiguen trasladarnos a tiempos pretéritos, imaginando lo que un día fue. Hablamos de los arcos, portadas o espadañas de muchas iglesias, la gran mayoría románicas, y otras de estilos posteriores, los únicos vestigios vivos de estos tesoros del patrimonio cultural español que quedan en pie y que están dispersos por campos, ciudades o jardines. ¿Te vienes a cruzarlos y recordar lo que un día fue?
Arco de San Miguel de Mazarreros (Sasamón, Burgos)

El arco de San Miguel de Mazarreros es el único vestigio que pervive de la antigua iglesia a la que servía de puerta de acceso. Se encuentra enclavado al norte de la localidad de Sasamón (Burgos) y es un maravilloso ejemplo de estilo románico tardío, mostrándose ya la incipiente seña ojival del gótico. Forma parte de la Lista Roja del Patrimonio, dado el deterioro que presenta, conservando tímidamente parte de la iconografía de la portada.
Portada de Cerezo de Río Tirón (Burgos)
La iglesia de Nuestra Señora de la Llana de Cerezo de Río Tirón es un triste ejemplo de las consecuencias que lleva aparejado el olvido de nuestro patrimonio cultural. Tras su cierre en el siglo XVIII y la despoblación del lugar, fue completamente abandonada. Esto motivó que, ante la falta de interés, anticuarios estadounidenses se interesasen por ella. Por fortuna, la portada se salvó del traslado al otro lado del Atlántico, lo cual no ocurrió con un relieve de la Epifanía, expuesto en el Museo de los Claustros, en Nueva York.

El arco de entrada se situó en un parque público de Burgos, junto al río Arlanzón. La humedad de la ciudad y el uso que se hizo del monumento, utilizado por niños como portería, provocaron un deterioro en esta joya del arte románico. Ante ello, entró a formar parte de la Lista Roja del Patrimonio, aunque su traslado al Monasterio de San Juan, situado también en Burgos, ha permitido que mejore su conservación y engrose la Lista Verde. La portada de Cerezo de Río Tirón es otra puerta del tiempo que fascina a quien la contempla.
Arco de San Isidoro (Oviedo)
La iglesia de San Isidoro de Oviedo fue la tercera que se construyó en la ciudad. Los primeros documentos sobre ella datan del siglo XIII, siendo un templo de estilo románico que estuvo en funcionamiento hasta mediados del siglo XVIII, cuando su estado de ruina conllevaba que no fuera apta para el culto. La feligresía fue trasladada a su actual ubicación de estilo barroco, mientras que la primitiva románica fue reconvertida en tahona.

En 1922, el templo originario de San Isidoro fue derruido para la construcción de casas, salvo el arco de entrada a la iglesia, que fue trasladado a principios de 1926 al Campo San Francisco, el pulmón verde de Oviedo. Esta puerta románica es el vestigio de lo que un día fue, y el ejemplo vivo de lo que ante todo debe evitarse: la destrucción de las huellas de nuestro pasado, de nuestro patrimonio cultural.
San Pelayo y San Isidoro (Madrid)
En los extramuros de Ávila, la ciudad amurallada Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, se levantaba la Ermita de San Pelayo, una de las veinticinco iglesias de estilo románico que se construyeron en esta urbe castellana. Fue levantada en el siglo XIII, y cambió su advocación por la de San Isidoro, teniendo escasas noticias de ella hasta el período de desamortizaciones del siglo XIX. Se vio afectada por este proceso socioeconómico, siendo demolida y sus partes vendidas a particulares.

Emilio Rotondo Nicolau, aficionado a las antigüedades, los adquirió y cedió a la Real Academia de la Historia, que, a su vez, los ofreció al Museo Arqueológico Nacional. Tras un intento de reconstruir la ermita, fueron cedidos en 1896 al Ayuntamiento de Madrid, que los instaló en el Parque de El Retiro, donde todavía permanecen. Su portada es una de las partes mejor conservadas, siendo también una puerta del tiempo en el centro de la capital de España que nos traslada al pasado cuando la contemplamos.
Espadaña de Villavieja del Lozoya (Madrid)

Escondida en el Valle del Lozoya, uno de los rincones históricos de la Comunidad de Madrid que un día vio proclamar heredera de Castilla a Juana La Beltraneja, despuntan los restos de la Ermita del Tercerio de la Trinidad. Localizada en la localidad de Villavieja de Lozoya, es una de las puertas del tiempo de la sierra norte madrileña, un vestigio en forma de espadaña y arco de entrada de piedra local que nos traslada a esos viejos tiempos mientras respiramos la tranquilidad que nos ofrece el entorno en el que se ubica.
Pórtico de Jánovas (Fiscal, Huesca)
Jánovas es uno de los pueblos cuya historia se paralizó en la década de 1960 para ubicar sobre ellos embalses y pantanos. Sin embargo, en su caso el proyecto jamás llegó a materializarse, por lo que su vida se paralizó, sus habitantes se marcharon a otros puntos de la región y su patrimonio pasó a ser pasto del olvido.

Ante el temor de quedar inundado, en 1963 la iglesia fue desacralizada y el pórtico románico fue trasladado a la cercana localidad de Fiscal, siendo colocado en su plaza principal, donde todavía hoy permanece. Allí, los turistas que visitan este punto del pirineo aragonés se encuentran con esta verdadera puerta del tiempo, el recuerdo vivo de aquel pueblo que estuvo a punto de ser inundado y que ahora pervive al olvido.
Arco de San Blas (Deza, Soria)
Deza es una de las localidades históricas de la provincia de Soria, destacando, entre sus bienes patrimoniales, la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, declarada Bien de Interés Cultural. En el pasado, el municipio llegó a contar hasta con cinco ermitas, de las que solamente han llegado a nuestros días tres de ellas.

Entre las ermitas desaparecidas de Deza, se encuentra la de San Blas, de la que tan solo queda en pie uno de los arcos de su arquitectura. Desde él, es posible contemplar y adentrarse en el pasado de una villa que refleja la evolución de Castilla a lo largo de los siglos, otra puerta del tiempo que sería digna de aparecer en El Ministerio del Tiempo.
Arco de San Blas (Santiago de la Puebla, Salamanca)

Otra puerta del tiempo que todavía recuerda lo que un día fue y nos invita a viajar con nuestra imaginación por el pasado y la historia es el arco de la desaparecida Ermita de San Blas, en Santiago de la Puebla (Salamanca). Se trataba de una de las cinco ermitas con las que contaba esta localidad, conservando de ella únicamente este solitario testigo mudéjar de un edificio que se estima era del siglo XIV. Dos vecinos de la localidad consolidaron su estructura para evitar su desaparición, por lo que todavía hoy pervive al paso del tiempo y el olvido.
Espadaña de la ermita de San Lázaro (Benavente, Zamora)

La Ermita de San Lázaro, también conocida como Ermita del Calvario, fue uno de los templos de culto de Benavente, en Zamora. Hay documentación sobre ella en el siglo XV, destacando la celebración de la romería de La Magdalena en sus inmediaciones. Hoy en día, solamente la espadaña y puerta de acceso a la iglesia se conservan, aunque en un entorno muy poco adecuado que desvirtúa la grandeza del monumento, ya que se ubica junto al Centro de Transportes de la localidad.
Arco de San Polo (Aldea del Fresno, Madrid)
La Ermita de San Polo es un ejemplo único de estilo mudéjar e influencia gótica en la Comunidad de Madrid. Construida entre los siglos XII-XIII, fue abandonada en el siglo XIX, cuando pasó a manos privadas, y solamente queda en pie parte de sus muros, así como la portada de acceso, formada por un magnífico arco ojival realizado en ladrillo. Esta puerta del tiempo sobrevive al olvido, esperando medidas de conservación que permitan que abandone la Lista Roja del Patrimonio.

Estos diez tesoros del patrimonio cultural e histórico español que hemos descubierto sirven como puertas del tiempo a otros períodos de la historia, imaginando mientras se contemplan sus ruinas y vestigios lo que un día fue. Sin duda, estas travesías por el pasado, apoyadas en los bienes patrimoniales que lo recuerdan, te harán sentir un verdadero #turistaenmipaís.
J.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
HERRERO MONTERO, A. M. (2016). El arco de San Isidoro de Oviedo. La destrucción del patrimonio monumental ovetense en el primer tercio del siglo XX. Parte I. Revista Anual de Historia del Arte (22), pp. 9-22. Recuperado de: https://www.oviedo.es/documents/25041/78948/El+arco+de+San+Isidoro+I+Herrero+Montero.pdf/750921bb-fa0b-4658-8510-e4cae28f757e
HISPANIA NOSTRA (2020). Lista Roja del Patrimonio. Recuperado de: https://listarojapatrimonio.org/
MARTÍN SÁNCHEZ, G. (2013).La reconstrucción virtual de monumentos. El ejemplo de la iglesia románica de San Pelayo en Ávila. Institución Gran Duque de Alba (II), pp. 97-106. Recuperado de: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=7235386